viernes, 21 de junio de 2013

El rincon de la literatura! Decimas Populares Dominicanas Escritas por Juan Antonio Alix y Meso Monica

¿Hola amigos, como andan? Yo estoy muy bien  y preparado para lo que les voy a traer ahora mismo… Me gusta porque no es lo de siempre, es algo diferente y divertido.

Bueno, hay un libro súper interesante en mi colección de libros leídos, un libro que es bastante especial en mi país por su contenido, todo su contenido fue escrito por dos grandes escritores y poetas dominicanos… Juan Antonio Alix y Meso Mónica. Tal vez conozcan este libro, me alegro si lo hacen, si buscan quiénes son estos dos grandiosos hombres, pueden irse imaginando de que trata el libro… Es uno de esos libros a los cuales no puedes sacarles análisis, solo puedes decir cuál era su sentido, que fue lo que más te gusto y que fue lo que menos te gusto, cosas así… Este libro es nada más y nada menos que…  ¡Décimas populares Dominicanas escritas por Juan Antonio Alix y Meso Mónica! Aunque no lo crean… Así mismo se llama el libro, si pudiera encontrar una foto de él, se las pusiera… Lamentablemente no encontré una.

Entonces, este libro, es de aquellos mediante los cuales puedes obtener una sonrisa. Este libro honestamente, me divirtió montón, ver todas esas decimas sobre el país de Alix y de Mónica, descubrir cada día más y más sobre el país mediante el libro, todas esas cosas y muchas otras, alegraban mi día. Para los que no sepan lo que es una décima, es un poema de diez versos que rima abbaaccddc. Estas letras se ponen al lado de cada verso, es una forma de agruparlos para representar su rima. Si analizamos, los versos de la décima riman el primero con el cuarto y el quinto; El segundo con el tercero; El sexto con el séptimo y el décimo y el octavo con el noveno.

Como les decía, estas decimas eran muy graciosas, leí este libro hace más de un año y todavía me recuerdo de el como su lo hubiera leído ayer. Recuerdo bastante bien que hubo una de esas decimas las cuales me causó mucha gracia, que fue  “El follón de Yamasá” Escrita por Juan Antonio Alix. Había montones de ellas, pero la que más me gustó de todas fue la que les acabo de mencionar. Trata de un señor que se tiro un follón en medio de la misa (un follón es un gas) y olía bastante mal. Todos se quejaban del terrible olor. Tanto así que el padre que estaba dando la misa, tuvo que pedirle mediante el micrófono a la persona responsable del incidente que saliera de la parroquia. Cuando todo el mundo decide salir del lugar por el olor, el padre interroga al responsable, que fue un viejito que había comido frijoles antes de ir a misa.
Esta fue una gran decima en mi opinión y me encanto muchisisisimo. Aquí se la dejo:

Siento mucho relatar 
lo que al fin relato hoy, 
porque ya dirán que soy 
amigo de exagerar; 
Y el que me ha de murmurar 
desde ahora ya sabrá, 
que tres pitos se me da 
que figuren que es un cuento 
lo que pasó en el convento 
del pueblo de Yamasá.

Pues un día de la Asunción 
estando yo en Yamasá, 
vino el cura de Boyá 
a celebrar la función. 
A mediado del sermón 
hubo allí un pelotero 
que hasta vino un tal Peguero 
que es el jefe del lugar, 
queriendo allí disparar 
un trabuco naranjero.

Un haíto que por cierto 
fue a gozar de la función 
se largó allí un follón 
que hedía a perro muerto; 
yo no diré que es incierto 
que estuve al perder el tino, 
pues el follón tan dañino 
de aquel ahíto infeliz 
me picó en la nariz 
como un ají montesino.

Del púlpito descendió 
de cabeza el reverendo, 
y al caer iba diciendo: 
«¡Qué peo se han tirado, fo!» 
Y al sacristán que le dio 
esa brisa tan impura, 
dijo «¡fo, y es de asadura, 
aquí no lo aguanto yo!»; 
y en seguida se tiró 
de cabeza tras del cura.

Como el campanero es ciego 
al oír la corredera, 
sin averiguar siquiera 
comenzó a tocar a fuego. 
Salió el cura sin sosiego 
con la frente en un chichón 
gritando más que un lechón 
y preguntando igualmente: 
«¿Quién ha sido el indecente 
que se largó ese follón?»

A una vieja de la Jagua 
le tumbaron el pañuelo, 
y se vio caer al suelo 
una peineta de yagua; 
dejaron allí una enagua 
por el maldito follino, 
que, por tener palomino, 
nadie la quiso tocar; 
al Alcalde del lugar 
le aplastaron el gallino (bombo).

Según la opinión del cura 
y del sacristán también, 
el follón fue de lerén 
de mondongo, o de asadura. 
Pronto irá a la sepultura 
quien soltó ese marrano, 
pues si no se hallaba sano 
ese maldito cochino, 
no debió en lugar divino 
follonear así al cristiano.

Después que aquello pasó 
y que fue calmado todo, 
dijo el cura del mal modo: 
«¡Ese follón me mató! 
Pero ahora quiero yo, 
en bien de la religión 
echarle la excomunión 
si no declara al momento, 
el que vino a este convento 
a largarse ese follón.»

Salió un viejo setentón 
hinchado y descolorido, 
y al cura dijo: «yo he sido 
el que me tiré el follón. 
No fue esa mi intención 
le digo, Padre bendito, 
sepa usted que estoy agito 
y creo que no tengo cura, 
calcule que es de asadura 
que comí cuando chiquito».

El sacristán dijo al cura 
saltando y con alegría: 
«Mi amo, ¿no le decía 
que el follón fue de asadura?» 

«Tú tienes razón criatura 
son buenas tus condiciones, 
rogaré en mis oraciones 
al Divino Sacramento, 
que no salgas del convento 
para que huelas follones.»


Y bueno chicos, esto ha sido todo, espero que les haya gustado, se que la decima es un tanto larga pero DE VERDAD vale la pena el tiempo que se gasta leyéndola, háganlo y verán y nos vemos en la próxima. Adiós. 

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